lunes, 1 de junio de 2009

Julian en najayo


Esta es una historia muy interesante que les voy a contar. Es algo imaginario, nunca ha sucedido. Es una relato que tiene mucha ciencia ficción y comienza así.
Había una vez una recluso llamado Julian, cumplía condena en la cárcel de su país por tráfico de drogas. Estaba recluido en un centro llamado Najayo. En su celda el presidiario contaba con radio, televisión plasma, aire acondicionado, cuadro de pintores famosos, una biblioteca, muebles en caoba, dvd, lavadora, nevera, estufas, un banquito para hacer manicure, chancletas samurai, un playstation II y hasta una perrita chau chau.
Un día, como era acostumbrado, Julian entró con dos mujeres a su celda, una de ellas una menor (solo de edad) y pasó todo el día con ellas. Cabe decir que las damas se quedaron pasadas ya la hora de visitas debido a los amarres que tenía con los vigilantes de turno.
El mencionado recluso quería amanecer con sus dos féminas en su suite cuatro estrellas, pero encontró oposición en uno de los guardias que inmisericordemente lo conminó a que las sacara del recinto, que mal hombre.
Esto originó una discusión, que dio pie a una riña donde hubo saltos mortales, patadas voladoras y hombres por los aires, uno de los guardias resultó con una herida en la boca, producto del alma letal que traía el recluso en sus manos, un cuchullo de cortar pan, bien afilado. El guardia al ser alcanzado por tan mortífera arma se defendió haciendo varios disparos cual Rambo III, que ocasionaron la muerte al inquieto recluso.
El cuento termina aqui...Julian firmando con los "Carmelitas", los guardias presos, las acompañantes desaparecidas, como quince hijos huerfanos, una viuda... un número incontable número de queridas y una cárcel en bancarrota por asesinar a la gallina de los huevos de oro....
Cualquier parecido con alguna historia real, es pura coincidencia.

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