viernes, 18 de mayo de 2007

Violencia contra la mujer

Los periódicos de la fecha recogen la información sobre la sentencia dictada por un tribunal en contra un hombre que cortó las manos a su ex mujer, por esta negarse a volver a convivir con él.
Como ése, a diario vemos en los noticieros, historias de mujeres que son maltratadas por estos monstruos, que al parecer, nunca contaron con una madre, ni hermana, ni abuela, ni prima, ni mucho menos una hija.
Parece que las penas establecidas no son lo suficientemente severas para intimidar a estos hijos de nadie que no desmayan en su accionar en contra del tan mal llamado sexo débil.
Deberíamos modificar el Código Penal, el Código del Menor, el Código Procesal Penal, y hasta el Código Da Vinci y el de Hamurabi, a ver si incluyendo las siguientes penas podemos limitar los crímenes en contra de las féminas:
Un paseo en bicicleta completamente desnudo, se aclara que la bici no tendrá sillín. Después de esto, se le amarrarán los testículos con una soga que a su vez estará conectada a un carro que viajará a Santiago y volverá a Santo domingo.
Luego se crucificará en el Parque Colón con un letrero en la cabeza que leerá lo siguiente "para que coja cabeza".
Se le obligará a hacer trabajos públicos en favor de damas maltratadas, tendrá que lavar, planchar, hacer desayuno, limpiar bebes, todo esto bajo la supervisión de un oficial de alta estatura y con antecedentes gay.
Finalmente se dispondrá la extracción de su órgano reproductor, ya que no le será necesario en el lugar donde será enviado, una cárcel donde los reclusos les encanta dejar caer el jabón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Más que maltratar hasta el cansancio físicamente a los hijos de puta que se atreven a abusar física y emocionalmente de las mujeres, (y es tan ínsolito pensar que esto sucede cuando dos personas comparten una relación supuestamente ¨seria y normal¨), deberían encerrarlos y darles cadena perpetua, y si es en casos de violaciones sexuales hacerles lo mismo, pero con un factor multiplicador de por lo menos díez, entiendo también que es un problema de educación, así que tenemos que tratar como padres y madres, los que ya lo somos y los que no lo son también, porque todo mundo tiene algún niño en su entorno, concientizar de que no podemos abusar de los demás, de aprender a comportarnos como una sociedad humanamente posible.